En los estados sutiles la noción de vida y la noción de muerte son diferentes. El Mundo Sutil es un mundo profundamente extraño y profundamente simpático. Y ahí hay de todo, hay vidas, hay entidades probabilísticas que forjan existencia de maneras y formas que desconocemos. Luego de eso viene la naturaleza humana y los mundos densos, la creación de cuerpos físicos.
A los Devas les cuesta entender cómo el hombre puede identificarse tanto con lo que piensa y lo que siente. Se cogen la cabeza y dicen, “pero ¿no se dan cuenta que el universo es otra cosa? ¿Cómo no se dan cuenta de que ustedes se creen lo que sienten y lo que piensan? El tiempo no existe, el espacio no existe de la manera en que ustedes lo ven”.
El mundo humano es un mundo totalmente atípico para todas estas criaturas; en cambio para nosotros el mundo humano es lo normal y los otros son totalmente atípicos, los mundos sutiles donde están los devas, los mundos esféricos, los mundos causales, nosotros desconocemos todas esas circunstancias y todas esas condiciones.
Maya lo que procura es el atisbo de ver diferenciadas todas las cosas que antes poseían en su universo causal un margen de simultaneidad.
En el universo humano Maya se ve como la fuerza diferenciadora, como el error cognitivo que permite que la ilusión tome bríos, tome fuerza; en este mundo una mentira se puede convertir en verdad; en este mundo por decir la verdad, puedes morir; en este mundo lo que se dice no es lo que se quiere plantear; en este mundo lo que se suele hablar es todo sugerido, y siempre se esconde aquello que se quiere hablar con las palabras.
Para las entidades sutiles ver el mundo humano es un castigo, por el derroche de ignorancia, el derroche que hay de absurdez en nuestras mentes, esa sensación tan profundamente caótica, que no es reconocida.
Pero estos Devas, por la forma en que viven en los mundos sutiles y las entidades que allí se alojan, a su vez tienen una especie de cercanía con lo humano.
Hay algo en los humanos que distinguen como importante y válido, es que el ser humano en cualquier instante de comprensión, de aprendizaje, de saber, de amar, si logra extenderlo puede la atención convertirla en consciencia y la consciencia en Conciencia.
Entonces el ser humano se puede liberar en cualquier momento. El beneplácito que tiene el ser humano es que logra la liberación en cualquier instante, cosa que los Devas no pueden hacer por las condiciones de vida que ellos proveen ante la ausencia de tiempo y espacio; tienen otros limitantes, como el Dharma, el deber, lo que tienen que hacer.
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