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Pautas de Sesha para introducir la práctica interna

Tomen una posición cómoda, cierren los ojos. En lo posible que no haya tensiones físicas, mantengan los ojos cerraditos.La idea es intentar caer en el interior.

Al principio seguramente habrá algo de silencio. En los ojos habrá algunos brillos y luces. Escucharán algunos sonidos.No luchen contra ello, no se preocupen. La actitud correcta es no esperar nada en especial. Ser pacientes.

De igual forma que al acostarse llega el sueño espontáneamente, así mismo, llega la tranquilidad mental interiormente. A medida que el mundo externo vaya desapareciendo, habrá la tendencia a que la memoria se active. Tampoco se preocupen por ello.

Intenten estar interiormente sorprendidos, llenos de vida, vitales, atentos. No se esfuercen por realizar las cosas. No intenten ir a un sitio u otro. No recuerden prácticas pasadas tampoco.

Vale solamente estar aquí y ahora, presentes, sin intención alguna, simplemente esperando. Atentos.

Si logran hacer ello, verán que los pensamientos dejan de aparecer y simplemente emerge la ausencia de historia. Esa ausencia de historia del interior puede parecer un rapto medianamente oscuro o de color. Eso no es importante. Lo francamente necesario es la ausencia de historia. Dense cuenta que no aparecen pensamientos ni contenidos mentales. Permanezcan allí, en ese estado, sin conflicto.

Si por algún instante se van sus mentes a algún aspecto de la memoria, si por algún momento recapitulan algún evento, nótenlo, sean conscientes de ello y adviertan cómo rápidamente desaparece, sin esperanza alguna, sin anhelo alguno, quietos en su interior. Reconociendo la ausencia de historia, la presencia de ustedes en ustedes. Noten su existencia.

Noten su presencia. Sepan que existen. Noten cómo esa sensación de existir es intensa.

Esa sensación de existir es vital, es fuerte. Y cuando está acompañada de ausencia de historia, lo es más aún todavía. Ella emerge cuando no hay intención, cuando no hay anhelo, cuando no intervienen.

Ello no se produce mentalmente, ello simplemente está y aparece espontáneamente. Esa sensación intensa, esa fuerza de existir, de ser. Si logran permanecer en ella, adquiere una inercia muy alta.

Cada vez se hace más firme, más quieta. Vamos pues a quedarnos en ese sitio en la práctica meditativa interna.